TEORÍA MUSICAL VS TECNOLOGÍA | ¿CUÁL GANA?

TEORÍA MUSICAL VS TECNOLOGÍA | ¿CUÁL GANA?

¿Saber o no teoría musical? Esta es una pregunta que polariza a la comunidad de productores musicales, dividiéndose entre aquellos que la apoyan, y los que ven la teoría musical como algo obsoleto.

Ahora bien, ¿Quién tiene la razón?

EL AVANCE HACIA EL FUTURO

La tecnología habita en un ciclo de cambio, donde los avances en esta rama alimentan cambios socioculturales, y con ellos, también cambia la manera en la que se hacen las cosas en muchos ámbitos de la vida.

La música no es ajena a estos cambios y avances, pues donde antes hacían falta horas, la colaboración de muchas personas, y un gasto millonario, ahora una sola persona podría producir todo eso en un par de horas o minutos, con un presupuesto ajustado.

¿ESTOS AVANCES DEMERITAN LA TEORÍA MUSICAL?

En el siglo XVII Italia se consolidó como la cuna de la ópera, lo que generó que a través de los años se desarrollaran diversas técnicas de canto lírico (Además de las ya existentes), que se enfocaron en trabajar varios aspectos de la voz con el fin de mejorar el desempeño del cantante en cada presentación.

Un solo cantante de ópera debía proyectar su voz a una audiencia con cientos de personas, manteniendo la afinación, relajación del tracto vocal, y un sentimiento claro. Esto, como podrás imaginar, era complicado y requería de mucho conocimiento y una voz muy entrenada, pero también al tener que lidiar con eso se obtiene una presentación “plana”, es decir, muy rica en matices, pero adaptada a las limitaciones y necesidades de la época. 

Tiempo después se inventó el micrófono. La ópera y el canto lírico todavía existen, pero han tomado muchísimos caminos. Con la invención de esta fantástica herramienta, la proyección seguía siendo muy importante en el canto, pero ahora podías jugar más con tu voz, pues era más fácil proyectarla a un público de hasta millones de personas. 

Esta herramienta hizo posible que pudiéramos disfrutar cosas como los suaves matices de Billie eilish, la fascinante interpretación de Freddie Mercury, la técnica de David Phelps, los sentimientos en la voz de Vicente Fernández, etc.

¿QUÉ TIENE QUE VER TODO ESTO?

Lo mismo que pasó con el micrófono y el canto lírico, es lo que pasa con muchas otras ramas de la música y de la vida cotidiana. Donde nace una tecnología, se pierde una tradición (A veces por completo, a veces parcialmente), pero también nacen nuevas con un nuevo “standard”. 

Recuerda, esto no quiere decir que la tecnología sustituya a la teoría musical, pues la teoría musical te hace las cosas mucho más fáciles, y te permite explayar mucho más tu creatividad (Y hasta las IAs, musicalmente hablando, generan respuestas basadas en teoría musical).

¿ENTONCES QUÉ SUCEDE?

Muchos artistas reconocidos no saben teoría musical, o la aprendieron de manera intuitiva a través de los años.

Pero en nuestra opinión, sí que debes aprender teoría musical, solo que ya no es necesario que sea tan en profundidad cómo se debía aprender antes (Que si quieres hacerlo, pues no hay problema), ya que la música que consumimos (En su mayoría) también ha atravesado diversos cambios, haciéndose más sencilla en comparación de tiempos anteriores.

Recuerda, la invención del micrófono hizo posible muchas cosas, pero en canto aún te enseñan a proyectar la voz. Solo que no como antes.

CONCLUSIÓN

Toda la música que se crea hoy día (y desde hace ya años), pasa por un ordenador, y eso no demerita a los músicos que la tocan o componen.

Al igual que vivimos con la estufa eléctrica, las máquinas del gym, el micrófono, los VSTs o hasta con la computadora o teléfono donde estás leyendo esto, debemos de igual manera aprender a convivir con la tecnología, en la música, y aceptar que llegó para quedarse. 

Muchas actividades en tu día a día las ejecutas muy diferente a como eran en otros siglos, y esto es gracias a la tecnología que las hizo más fáciles.

Aprende teoría musical y expande tu techo creativo con ella, a la vez que aprovechas las maravillas de la tecnología para crear cosas maravillosas. 

No se trata de una o la otra. Se trata de aprovechar ambas.